jueves, 18 de octubre de 2012

MARCO TEÓRICO: BULLYING


“BULLYING”
El acoso escolar se ha vuelto un tópico bastante común. Algunos niños están en más alto riesgo que otros y las consecuencias son serias. El tema de la violencia en la etapa educativa, ha sido el foco de atención de diferentes áreas de estudio. Es una situación compleja, delicada y muy seria, que tenemos que comprender en todas sus implicaciones para poder prevenirla y atenderla.
Primeramente tendremos que definir que es el bullying, tal como lo marca Goodman (2005) se refiere:”… al uso repetido y deliberado de agresiones verbales, psicológicas o físicas para lastimar y dominar a otro niño, sin que hayan sido precedidas de provocación y en el conocimiento de que la víctima carece de posibilidades de defenderse.” En tal caso los participantes en dicho acción se dividen de la siguiente manera: “agresor” (bully), “victima”, “victima-agresor” y el “neutro”
La mayor parte del acoso ocurre en la escuela, más que en el camino a ella o de regreso de ella. Los agresores (bullies) y las víctimas generalmente están en el mismo grado escolar y, aunque se supone que los menores son supervisados en la escuela, la mayor parte de los episodios de acoso no son del conocimiento de los maestros y la víctima habitualmente se siente incapaz de reportarlos a éstos y a sus padres. Velasco (2001)
Es muy común que los chicos que son acosados o victimizados,  presenten frecuentemente síntomas psicosomáticos,  por ejemplo: que vomiten cuando saben que irán a la escuela, que les duela la cabeza o el estómago, etc. Se ha visto que cuando un niño esté presentando estos síntomas psicosomáticos, se debe sospechar de Bullying, entre otras cosas. Para comprender más a cerca de la reacción de este acoso diferentes teóricos han realizado muestras para poder realizar un estudio más afondo del problema, tales como Craig y col, que en 2009 informaron que la prevalencia del acoso escolar en 40 países con muestras nacionales representativas fue de 8.6 a 45.2% en varones y 4.8 a 35.8% en mujeres. Además, fueron identificados como agresores el 10.2%, como víctimas el 12% y como víctima-agresor el 3%. Numerosos investigadores han analizado las consecuencias del  bullying para la salud general de los individuos, las repercusiones en la salud mental, el suicidio y las hospitalizaciones psiquiátricas.
Por otro lado tenemos el TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad). El TDAH es un trastorno de conducta que aparece en la infancia, y que se suele empezar a diagnosticar en torno a los 7 años de edad aunque en algunos casos este diagnóstico se puede realizar de una manera más precoz. Se manifiesta como un aumento de la actividad física, impulsividad y dificultad para mantener la atención en una actividad durante un periodo de tiempo continuado. Además de esto hay niños en los que se observan a su vez problemas de autoestima debidos a los síntomas propios del TDAH y que los padres no suelen asociar a dicho trastorno. A su vez, el TDAH se puede asociar con frecuencia a otros problemas, y  sus consecuencias se aprecian en distintos ambientes de la vida del niño, no solo el escolar, sino que también afecta en gran medida a las relaciones interpersonales tanto con la familia, como con otros niños y con sus educadores, siendo estas interrelaciones clave en el desarrollo del niño. Canto (2009)
Un punto interesante a mencionar, es que, cuando se es víctima y perpetrador a la vez (ejemplo son los chicos con TDAH),se tiene tres veces más probabilidades de presentar ideación suicida,    y hasta cuatro veces más probabilidades de  que dicha ideación continúe aún en la juventud y adultez.
No es raro que presenten también estas otras consecuencias del TDAH frente a sus compañeros:
• Tengan roces con otros estudiantes o compañeros (agresiones por impulsividad; no seguir las normas o reglas en los juegos).
• Terminen siendo rechazados.
• Ocupen lugares especiales en clase (donde no molesten, pero también donde más difícil es mantener la atención en clase)
• Sean amonestados o incluso expulsados del colegio. Cervera (2009).
 Como consecuencia de diferentes asociaciones de patrones de conducta que vienen acompañado de acciones psicosomáticas tenemos este comportamiento violento en los niños. Tal como se había mencionado antes, “El Bullying”  es un sistema de participantes. No solo es el perpetrador, sino  también las víctimas, los perpetradores-víctimas y los espectadores. Además, no solo involucra niños, sino también maestros,  abuelos, cuidadores, padres, tíos porque permiten el problema. Existen varias formas de Bullying: Bullying físico (golpes, aventones, peleas, etc.) Bullying verbal (groserías, apodos, cantaletas, cartas o notas intimidantes, etc.) Bullying con gestos (miradas, sacar la lengua, hacer un ademán de mofa, de humillación, etc.). Rodriguez (2001)
Estas tres formas son  Bullying Directo, y existe otro tipo que se llama  Bullying  Indirecto, y es cuando a la víctima se le aísla, se le saca de un grupo o no se le permite la integración a algún grupo. Se habla rumores de la víctima, etc. Este tipo de Bullying es muy común entre mujeres.
Las problemáticas de la niñez, la infancia, la adolescencia y la juventud se convierten en asuntos realmente importantes para algunas disciplinas científicas y para Organizaciones Gubernamentales y No Gubernamentales cuando se empieza a asumir la perspectiva de derechos, la cual se fundamenta  en la Convención Internacional de los Derechos del Niño y que postula como eje principal para el abordaje para estas problemáticas el reconocimiento, garantía y restablecimiento de los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes. Hurtado (2007
La preocupación por la presencia de dicho fenómeno no se limita únicamente a sus consecuencias sino a su impacto en los procesos de educación. Benítez y Justicia (2006).


REFERENCIAS

Alvarez, L., Alvarez, D., Gonzales, P., Núñez, J., (2006). Evalucion de los Comportamientos Violentos en los Centros Educativos. Colombia
Canto, T., (2009). TDAH, un problema que afecta al niño y asu entorno durante todo el dia. Velencia
Cuartero, Cervera, T., (2009). Algunas Cuestiones sobre el TDAH. México
Goodman. (2005) Child Psychiatry. 2da edición. Oxford. (2005:243)
Parra, A., Carvajal, N., (2010). Acoso escolar y empatía en un grupo de adolescentes con trastorno dicosocial de conducta. Universidad de la Babana. Colombia
Rodriguez, J., Ortiz, M., (2001) Depresion Infantil. Revista Cientifica Electronica de Psicologia. No 6. Pachuca, México
Ruiz-Velasco S, Roque-Santiago E. Albores-Gallo L, Sauceda-García JM, (2011). El acoso escolar (bullying) y su asociación con trastornos psiquiátricos en una muestra de escolares en México. Salud Publica Mexico
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